Parece que algo se mueve y empieza al menos a escucharse con nombre propio la enfermería escolar en los medios de comunicación, con nombre y apellido relacionando una profesión y un lugar en el que llevar a cabo sus funciones.

En España aún estamos en pañales en este aspecto, más adelantadas algunas Comunidades que otras en el número de profesionales, y con modelos diferentes en referencia a:

• Contratación (pública o privada),
• Organismo de referencia (sanidad o educación),
• Tipo de gestión: enfermeras referentes, sistema centinela desde Atención Primaria, jornada en el centro escolar
• Jornadas laborales ( a tiempo parcial, durante toda la jornada escolara o solamente para cumplimentar algunos servicios)
• Tareas y funciones (asistencial, docente, gestión…) pudiendo desarrollarlas todas o solo algunas de ellas…

Son muchas las enfermeras que llevan años luchando por ello, desde diferentes puntos, aportando granitos de arena para poder acompañar al alumnado desde la primera infancia hasta su adolescencia, atendiendo a las necesidades específicas crónicas o puntuales que pueden surgir y colaborando en el aprendizaje de hábitos y conductas saludables que les puedan ayudar a cuidar su salud tanto en el presente como en el futuro, ganando una mayor autonomía en cuanto a quererse y cuidarse, a partes iguales.

Es importante seguir con esta visibilización y puesta en valor de nuestra figura, haciendo equipo y tratando de contar con todos los implicados, incluyendo a las familias, asociaciones de diferentes trastornos, profesionales sanitarios y de educación, además de organismos públicos y políticos.