Los monstruos con los que convivimos

Son varias las sesiones que últimamente impartimos, desde el gabinete y enfermería, en cursos de Secundaria y Bachiller donde hablamos de emociones, pensamientos… de salud mental. Empezamos hace tiempo y las circunstancias o realidad que nos envuelve, lo ha acelerado todo. Cada vez es más necesario, como se comentada el pasado día de la Salud Mental, tratar esta parte de la salud que a veces por desconocimiento, otras por miedo o por vergüenza, se olvida, no se habla e incluso se esconde. Tenemos un gran reto: normalizarla, en el sentido de hacerla presente, con nombre y apellidos y hablar de ella. Porque existe.

Vivimos rodeados de «monstruos», unos nos hacen sentir mal y otros bien, como hemos querido plasmar en el corcho. No es que sean buenos o malos, son, están y lo que tenemos es que gestionarlos y aprender de y con ellos.

Utilizando los colores y la expresión facial de los monstruos intentamos plasmar como una misma palabra puede tener connotaciones negativas o positivas depende como las utilicemos. Unos monstruos nos dan miedo y otras personas son monstruos por grandes, geniales…

En la parte en blanco y negro, la dinámica realizada en Secundaria, de identificación de aquello que no nos hace sentir bien, para poder enfocarlo como una realidad a veces no agradable pero si necesaria, como cuando la ansiedad o el miedo nos avisa de peligros, nos hace estar alerta o cambiar nuestra manera de enfocar las cosas hasta el momento. Como explicaba David por ejemplo, una calavera, que relacionamos con miedo, muerte o tóxico, nos alerta en productos químicos de su peligrosidad y las precauciones que debemos tener a la hora de manejarlo.

Una segunda sesión se está realizando para ver como podemos enfrentarnos a ello. Coincidiendo con la idea de la segunda sesión que queremos hacer también en Bachiller, para intentar aprender algunas claves tanto para afrontarlo en primera persona como cuando se trata de un compañero/a quién lo está pasando mal.

A ver si poquito apoco trazamos un plan que nos incluya a todos/as, desde pequeños hasta mayores, como ocurre con otro hábitos saludables.

@enfermeriaescolarespe #aprendiendoaquerernos #aprendiendoacuidarnos

Propósito de año nuevo: flexibilidad

Tanto hablar de «gimnasia», para este año que empieza propongo la gimnasia pero mental!

Las rutinas, el tiempo, el día a día… nos subimos  a la rueda y es difícil de parar.. y cuando intentas organizarte… no todo sale como pensabas…

Esta bien querer aprovechar el tiempo, querer repartirlo y hacer cosas diferentes, alguna que debemos hacer y otras que queremos hacer. Podríamos decir que hay tiempo para todo, pero no siempre en verdad.

A veces es una cuestión de que ese tiempo sea de calidad. A mi me decían: «quién mucho abarca, poco aprieta» y es que querer estar en todos lados no siempre permite disfrutarlos. Pero no los disfrutamos nosotros ni tampoco los de al lado…

Creo que me gusta más hay un tiempo para todo. Un momento y un lugar, para aprovechar y disfrutar. Una edad y una etapa en la que sacarle el máximo partido. No por correr mucho se llega más rápido y siempre podemos volver atrás.

No pasa nada si de vez en cuando escuchamos a nuestro cuerpo o nuestra cabeza que dice: ¡para!. Por algo será. Y probablemente, la mejor opción en ese momento sea parar. Coger aire y no pensar. No pensar en lo que tenía que hacer, en lo que no estoy haciendo. Parar y estar. En el ahora, en el hoy, en ese imprevisto, en esa necesidad mía o de los que tenemos cerca. Y vivirla.

Yo me propongo hacer gimnasia mental: trabajar la flexibilidad. La capacidad de adaptarnos, de disfrutar de los grises que nos son blancos ni negros. De escuchar cosas nuevas, de abrir las ventanas y las puertas. Aprender a que los caminos rectos a veces son aburridos o demasiado empinados, las curvas nos ayudan a subir las montañas y dar un pequeño rodeo a veces es la única alternativa.

Año nuevo. Uno más, uno diferente, uno entero para crecer y evolucionar.

@enfemreriaescoalrespe #aprendiendoaquerernos #aprendiendoacuidarnos